Se podría decir que la historia de las Islas Canarias comenzó en Fuerteventura, ya que, según estudios geológicos, fue la primera del archipiélago en formarse, y al igual que sus hermanas, cuenta con un paisaje volcánico totalmente único, tanto es así que en 2009 fue reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Puerto del Rosario, antigua Puerto Cabras, aparte de ser la capital de la isla, es también el municipio más poblado, en el que uno puede encontrar lugares de interés cultural como el Ecomuseo La Alcogida o la Casa Museo de Unamuno, lugar donde el legendario Miguel de Unamuno vivió durante su breve destierro en 1924. Sin embargo, el municipio cuenta también con otros atractivos de carácter natural, ya que ahí se encuentran parte del Parque Rural de Betancuria y el Paisaje Protegido de Vallebrón, dos de los parajes naturales más espectaculares de la isla. La Casa de los Coroneles, en el municipio de La Oliva, actualmente es un espacio cultural y fue declarado monumento histórico artístico en 1979.
Pero estos no son los únicos y valiosos recursos con los que cuenta Fuerteventura, también está el Saladar de Jandía, que es un humedal considerado como bien de interés científico, y por supuesto, el Parque Natural de Jandía, dónde se encuentran numerosas especies de flora y fauna, incluidos los símbolos de la isla, como lo son la avutarda y el cardón de Jandía. Además, este emplazamiento situado en el municipio de Pájara cuenta con unas largas y espectaculares playas de arena blanca y agua cristalina que hacen las delicias de los visitantes y también de Hollywood, ya que este hermoso lugar ha sido elegido en varias ocasiones para rodar grandes superproducciones, como las recientes Han Solo: Una historia de Star Wars y Wonder Woman 1984.
No podemos olvidarnos tampoco del Parque Natural de Corralejo, declarado como tal en 1994 y que es uno de los grandes atractivos turísticos de la isla, no solo por sus magníficas dunas, sino porque es desde ahí, desde el Puerto de Corralejo, donde se conecta por barco con el Islote de Lobos, una pequeña isla de 6 km² cuyo paisaje es único. La montaña de Tindaya, montaña mágica para los aborígenes, presenta una geometría casi perfecta. Ya en el sur de la isla, la península de Jandía, muestra sus atractivas y kilométricas playas, que nada tienen que envidiar a las playas del caribe.
Otro valioso atractivo de la isla es su gastronomía, destacando sobremanera sus quesos, ya que cuenta con el extraordinario queso majorero, uno de los más valorados a nivel internacional, y que, de hecho, en 2012, la World Championships Cheese Contest le otorgó el reconocimiento de ser uno de los mejores quesos de cabra del mundo.
Por todo esto y mucho más, ¿te lo vas a perder?
Fuentes: